Otra tarde como las demás, sin amores rotos de casualidad.
Ni te declaro la guerra, ni tú me firmas la paz.

martes, 22 de abril de 2008

Eres como el príncipe del cuento olvidado
Emigras del dolor, vuelas con los pájaros
Te abres a los sueños, te acuestas en el cielo
La primavera vive en tí, y tú vives en su anhelo

Fresco y dulce; de rojo y negro
Tus ojos son puentes que cruzan el viento
El dolor te persigue, y te curte el alma
Tú caminas entre vidrios, y te elevas entre plantas

La tristeza llega a tí, y se pierde en tu boca
Escapa entre tus dientes, la muerdes y se corta
Te enredas de hace tiempo en aquellos brazos blancos
Y rozas al placer en auqel cuerpo extraño

Tú conoces el camino más que yo y ella juntas
Tú te rompes entre mares, y te haces fuerte entre lluvias
Tú ves entre tinieblas, y me haces difícil el aire
Te encuentras distante a mi, y aún así tu alegría me arde

Me quema tu risa, me fortalecen tus tropiezos
A ti te alegra mi dolor, y te levantas en mi sufrimiento

No te gustaba tu pasado, y tu mente lo borró
Ahora viajas entre nubes, y te enciendes con el sol
No, tú no eres de aquí, pero ahora comprendo...
Siempre fuiste de esas tierras; siempre atado a mis cuentos

Has amado una vez, sólo una, una sola.
Te han besado mil mujeres, más tú eres como las olas

Amordacé al corazón para que no te siguiera
Y para calmar el dolor me dije quererte después
Pero lloró el cielo, y me enojé con él
Porque asi mismo callada de tí me enamoré.

Siempre fue secreto, mi amor por tí, lo sé
Más sólo quiero que sepas que después te esperé
Luego de que decidieras que tu vida no la harías conmigo
Luego que te dijeras que era mejor aquel nido

Aún cuando el viento sopló los últimos restos
Allí esperé yo con los brazos abiertos

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