Otra tarde como las demás, sin amores rotos de casualidad.
Ni te declaro la guerra, ni tú me firmas la paz.

martes, 17 de junio de 2008

फुतुरो कांदिसिओनल

Vos, el agua; yo, el aceite. Vos, en el aire. Yo, en el suelo... En el césped, tirada, rendida, mirando el cielo y las nubes... Buscando corazones en su formación. Pensando en vos y en nosotros. Pensando en futuro condicional. Es muy precario hablar en futuro condicional. Casi siempre todo se queda en nunca, se queda en nada. El futuro condicional en utópico por naturaleza. O quizás no. Quizás, quizás... Mis historias están llenas de quizáses o yo estoy llena de inseguridades. Después de todo nadie en este mundo tiene certeza de nada, y los que creen tenerla son los que no comprenden el mundo. Y una vez más me alejo del objetivo por el cual empiezo a escribir. Me alejo de mí, de vos... Pero acá estoy yo, con tu mano en mi mano, mi cabeza en tus piernas, y mis ojos fundidos de azul en el cielo. Fundidos de azul, de recuerdos, fundidos de amor. Creo que te quiero, y ojalá siempre lo crea, porque me gusta creermelo. Césped, cielo y vos. Nada más que eso, y eso es todo. Te querría eternamente, hasta que los veranos se nos acaben. Pero eso es futuro condicional. Precariedad, utopías...

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